Casillas, intensidad y ánimos incansables desde el banquillo

La transición "dulce" llegó para Iker Casillas y el primer partido de la Eurocopa de Francia ha tenido que vivirlo desde el banquillo, donde ha apoyado de manera incansable a sus compañeros y se ha mostrado con muchas ganas de ayudar desde su nueva posición.

Una posición que no ocupaba desde aquel 2 de junio de 2002 en el primer encuentro del Mundial de Corea, y desde entonces se hizo con una titularidad que solo ha podido arrebatarle en la Selección David De Gea nada menos que catorce años más tarde.
Pero Iker sabe que ahora tiene un nuevo papel que cumplir y no tiene dudas en cumplirlo de la mejor manera posible. Aunque comenzara el partido en segunda fila, el capitán se colocó en primera línea tras el descanso para animar a los suyos en la búsqueda del gol que solo llegaría a falta de tres minutos para el final y que celebraría como si desde su propia portería lo hubiera hecho.
Un gol que anotó Piqué, al que se acercó tras el pitido final y felicitó con un abrazo y unas caricias que demuestran la complicidad de un capitán con su equipo aunque no tenga la participación que en otras tardes disfrutara.
Un comportamiento ejemplar del que Del Bosque se ha percatado y ha mencionado tras el encuentro: "Iker ha tenido un comportamiento estupendo, en el banquillo lo ha demostrado como un jugador más y ha estado apoyando en todo momento al equipo", valoró el seleccionador.