Yugoslavia 1976: Panenka patenta su penalti

A lo largo de la historia del fútbol, muchas jugadas innovadoras han sido renombradas en honor al jugador que la creó o al que la puso de moda. Hablamos de la volea de Van Basten, la cola de vaca de Romario o el escorpión de Higuita, pero si existe una jugada ligada al futbolista que la creó ese es el penalti ‘a lo Panenka’.

Muchos jugadores, sobre todo en los últimos años, han sido noticia por lanzar un penalti con este estilo, picándola suavemente por el centro cuando el portero se vence a un lado. Grandes estrellas como Messi en Liga frente al Getafe, los italianos Totti y Pirlo en las Eurocopas de 2000 y 2012 o Abreu en el Mundial de 2010 han dado goles a sus equipo e incluso clasificaciones en la tanda de penas máximas lanzando sus penaltis a lo ‘Panenka’.
En nuestro país, el más relevante fue el de Sergio Ramos en la pasada Eurocopa. El sevillano, después de haber fallado unas semanas antes un penalti contra el Bayern en Champions que le costó la eliminación al Real Madrid, no se lo pensó y demostró raza al lanzarlo en la tanda de penaltis de las semifinales ante Portugal.
Aunque sin duda el penalti que se lleva la palma es el de Zinedine Zidane en toda una final de un Mundial y además en su último partido como profesional. ‘Zizou’ se despidió del fútbol picando el balón en los primeros minutos de la final de Alemania 2006 batiendo a Buffon después de que el balón golpeara en el larguero y rebasara la línea por muy poco.

Y todo viene después de que Antonin Panenka batiera a Sepp Maier en la final de 1976 en el penalti decisivo para darle a Checolovaquia el único título de su historia elevando el balón suavemente por el centro cuando el extraordinario meta alemán se había dejado caer a su izquierda. Hasta entonces, en los pocos años transcurridos desde la invención de la tanda de penaltis, pocos se atrevían a lanzarlo al centro.

Primera final decidida en los penaltis

Después de que Italia se clasificase a la final de la Euro de 1968 por el lanzamiento de una moneda, surgió la necesidad de crear un método alternativo para resolver desempates y ahí apareció esta idea que ya se había utilizado en algunos torneos menores, aunque nunca de la entidad de toda una final de Eurocopa.
El ‘pequeño Maracaná’ de Belgrado había asistido hasta el inicio de la tanda a un trepidante partido con remontada de Alemania Occidental, el equipo del momento. Dieter Muller y Holzenbein empataron el partido que Svelhik y Dobias habían puesto muy de cara para los checoslovacos al ecuador de la primera mitad. No hubo movimientos en la prórroga por lo que la tanda de penaltis decidiría por primera vez al campeón de la Euro.
Comenzó lanzando Checoslovaquia y, después de 7 lanzamientos sin fallo, una de las estrellas germanas, Uli Hoeness, erró su pena máxima dando al rival la posibilidad de lograr el primer y único título de su historia si Panenka marcaba. Antonin hizo historia y los checoslovacos celebraron su gran triunfo hasta finales de 1992, cuando el país se dividió en la República Checa y Eslovaquia.

Alemania, gran favorita

Alemania Occidental había llegado a esa cita como la gran favorita entre las cuatro naciones participantes, con Holanda y la anfitriona Yugoslavia ocupando las otras dos plazas junto a los finalistas. Los germanos habían comenzado un ciclo en la Eurocopa anterior, en 1972, que siguió con el Mundial logrado en su propio país en 1974.
Allí habían sido capaces de vencer remontando en la final a la Holanda de Johann Cruyff, Rinus Michels y el ‘fútbol-total’. Con Beckenbauer organizando desde el puesto de líbero, los goles del ‘Torpedo’ Muller y otras estrellas como Paul Breitner o Uli Hoeness, la ‘Mannschaft’ estaba en boca de todos como la gran favorita a repetir título y completar la secuencia Eurocopa-Mundial-Eurocopa.

Además, el Bayern de Múnich, club que suministraba la mayor parte de jugadores al equipo nacional, venía también de lograr su particular triplete, sumando tres años consecutivos logrando la Copa de Europa. Beckenbauer era el jugador del momento junto a Johann Cruyff y Sepp Maier era considerado el mejor portero del mundo. Nada podía salir mal, pero ahí apareció la imprevisibilidad de la tanda de penaltis.
Dieter Muller fue el mejor jugador alemán en el torneo, sumando a su gol en la final un ‘hat-trick’ en la semifinal ante la local Yugoslavia que le permitió consagrarse como máximo goleador de la cita. Los yugoslavos fracasaron en el torneo que disputaron como locales al finalizar cuartos de los cuatro equipos participantes. Ni siquiera la aportación  de un ya veterano Dzajic, héroe en la final de ocho años antes, les pudo ayudar a sumar una victoria.
Tercera fue Holanda, después de vencer en Zagreb a la selección ‘plavi’. Con Cruyff por encima de un bloque en el que también destacaban Rensenbrink, Rep o los hermanos Van de Kerkhof, la ‘Naranja Mecánica’ no funcionó en esta ocasión y no pudo repetir al menos la final lograda en el Mundial dos años antes.

España, nula en los años 70

La selección española se quedó en los cuartos de final, una ronda antes de la fase final yugoslava. El equipo mezclaba la veteranía de hombres como Iríbar o Pirri con jóvenes como Camacho, Quini o Migueli. Después de superar en la ronda preliminar a Rumanía, Escocia y Dinamarca, la República Federal Alemana se presentaba en cuartos como un durísimo escollo para la selección, dirigida por Kubala.

Santillana adelantó pronto a la ‘Furia Roja’ en el partido de ida en el Vicente Calderón. Erich Beer empató en el minuto 60 para llevarse un resultado a la vuelta al Olympiastadion de Múnich que resultaría decisivo. Hoeness y Toppmoller marcaron antes del descanso para eliminar a España y seguir con la mala racha nacional en los años 70.
En la siguiente cita internacional, el Mundial de Argentina 1978, comenzó una racha que sólo tendría un punto y seguido en la Eurocopa disputada en Suecia en 1992 y que deja a la 'Roja' como una de las selecciones más potentes del panorama internacional.