El sueño de Corea del Sur en 2002 llegó a su fin en semifinales. Después de vencer con polémica incluida a Italia y España, Alemania ya fue demasiado en la penúltima parada antes de la final de Yokohama.
El mejor jugador alemán en aquel torneo, Michael Ballack, logró con un derechazo el único tanto del partido. Un gol que se vería empañado por la tarjeta amarilla que vio en ese partido y que le impidió jugar la final contra Brasil.
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