
En el Mundial de Estados Unidos 1994 se produjo una de las imágenes que marcaron a toda una generación. Con 2-1 en el marcador del partido de cuartos en Boston, Tassotti propinó un codazo a Luis Enrique dentro del área que no significó nada para el árbitro del partido, Sandor Puhl.
Antes, los dos Baggio, Dino y Roberto, marcaron los goles para una Italia que había sufrido muchísimo durante el torneo y que perdería la final en la tanda de penaltis con Brasil. España, dominadora hasta entonces en la cita norteamericana, tuvo que coger las maletas camino a casa sin que valiese para nada el tanto de Caminero.
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